sábado, 18 de junio de 2011

Encenizada

Día gris. No sé si son sólo nubes o si tienen alguna responsabilidad en ésto las cenizas que vienen viajando desde el sur...

Hace frío. ¿Será que yo lo siento tanto porque hay humedad o será que soy yo la que está destemplada? Mis pies están congelados, casi entumecidos...

Caos en la ciudad. Hay manifestaciones, embotellamientos y la gente anda convulsionada por la calle. Hay razones, como la final de futbol...

Escucho música. Cerati, cuando aun estaba despierto, me está deleitando con sus canciones en versión sinfónica...

Tomo mate. Como si tomando algo calentito me fuera a volver el alma al cuerpo...

Beto duerme. Pegadito a la estufa, abrazado a mi sweater de lana gris y con una paz envidiable...

Mañana es el "Día del Padre". Y yo, viejo querido, hoy te extraño entrañablemente... pese a que a donde vaya te llevo conmigo. Sí, lo sé... el sentimiento es contradictorio, casi tanto como yo.

Estoy rara. Siento que lo gris del día, sumado al resto de los condimentos, bien integrados a la preparación, quieren tirarme abajo... pero no quiero ceder, no voy a aflojar.

No tengo planes. No sé qué haré en lo que resta de este sábado... Puedo juntarme con amigos, puedo cocinarme algo rico, puedo ir al teatro o al cine, puedo irme a la cama y zambullirme en alguna peli de ésas que te conmueven hasta las pestañas, puedo encontrarme con él...

Final abierto.

Pronóstico: inestable... ¡Qué novedad!

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